¿No puede más?
Habrá que convenir que la decisión de Mazón de dimitir puede ser de todo menos precipitada. Se ha tomado un año para que la cara se le caiga de vergüenza. Claro que, bien pensado, para eso hay que tenerla. Y no es el caso. Dice este sujeto que ya no puede más ¿Y los familiares de las víctimas? ¿Podrán olvidar en su vida que mientras lo suyos se ahogaban él estaba de plácida sobremesa y hasta tenía tiempo de ejercer de caballero y acompañar a la periodista al aparcamiento?